Tomar el colectivo en el inicio del recorrido es clave para ir sentado, es más, hasta nos permite elegir dónde. Muchas veces, caminar una o dos cuadras hasta la estación de origen del colectivo da sus frutos. En lugares como por ejemplo Ciudad Universitaria, donde la cola del 28 en horas pico es una suerte de ensalada de estudiantes, todos con sus carpetas enormes y maquetas intransportables, hay que recurrir a “la Colada”. Como nadie respeta la fila en esa especie de orgia con ropa y mochilas, hay que ponerse en la fila pero no al final, sino al principio, semi de costado, y abalanzarse a la puerta en cuanto estacione el colectivo. En el caso del subte, en caso que se pueda (Ejemplo, estación Congreso de Tucumán de la línea D), para ir a Catedral sentado en horario pico, se puede uno subir en Juramento pero tomando el tren a Congreso, ya que el subte llega y vuelve a salir sin ingresar a cochera. Se requieren de 6 a 10 minutos de viaje extras. Si por ejemplo tenemos que tomar el subte en Catedral, es interesante saber que la línea D usa dos tipos de coches, unos viejos, cuadrados, blancos y más grandes que los amarillos pequeños. Si estamos en el medio de la manada de gente y viene uno, hay que dejar que la gente entre y pararse en el andén a la altura de LA VENTANA, ya que donde hay una puerta ahora, luego habrá una ventana y viceversa. Este fenómeno se da porque la frecuencia intercala un tren largo con uno corto, y de sus dimensiones se desprende la diferencia (ojo que a veces hacen lo que se les canta, puede fallar). Si llegan a salir dos de los amarillos, algo que a veces sucede, hay que saber que nunca estacionan en el mismo lugar. Y es básico y fundamental no ponerse muy al principio del andén o muy al final, porque siempre hay un TRASTORNADO HIJO DE PUTA que estaciona a 5 mts de donde debería hacerlo. Una vez que nos subimos, tenemos que mirar fijo el asiento y caminar hacia él con paso firme, en donde dudaste cagaste, y encima de parado.
Si nos subimos al colectivo lleno, tenemos que intentar saber quién es el primero que se bajará para pararnos al lado. Si tomamos siempre el mismo a la misma hora, con un poco de observación diaria encontraremos a nuestros salvadores (¿). Si no podemos identificar a UNA persona, identifiquemos el target. Por ejemplo, si estamos yendo en un colectivo X que primero pasa por un colegio, y luego sigue el recorrido hasta nuestro destino, debemos procurar pararnos al lado de un colegial. Atención especial para los colectivos que PASAN por Retiro (no los que salen desde esa estación). El tema con Retiro es que la proporción entre gente que baja de un colectivo, y gente que sube es similar. Si nos subimos al colectivo en Retiro, probablemente los lugares liberados por la gente que baja allí ya estarán ocupados por los que venían parados antes. Solución: hacer una o dos cuadras más alejándose, y tomar el bondi antes, cuestión de seleccionar el target “obrero” que se bajará en Retiro y pararnos al lado. En el caso del subte, es prácticamente imposible detectar el target que baje en una estación intermedia. Durante dos años lo intenté en la línea D, pero llegué a la conclusión que los únicos identificables son los que bajan en facultad de medicina, pero a menudo se camuflan con los telemarketers que bajan en Catedral. Y la gente de traje y corbata y ropa de oficina… pueden bajar indistintamente en Carranza o 9 de Julio. Si van con enormes expedientes de seguro son abogados que bajan en Tribunales, pero nada es seguro. Para el subte valen solo dos recomendaciones: 1- No sentarse en los asientos reservados para embarazadas (que encima que cojen hay que dejarlas sentar… si fuera hombre les diría sentate en esta que por lo visto te gusta) y todo el target que tiene prioridad, y 2- Si uno se sube a un subte y no tiene asiento, no debe quedarse cerca de las puertas, por dos motivos: a-jamás llegará a sentarse, y b- los carteristas prefieren la zona cercana a las puertas para manotear y salir.
Bueno estimados leyentes, espero que empiecen a poner en práctica estos consejos. Con el aporte de ustedes espero poder seguir difundiendo esta filosofía popular.